FACILITACIÓN Y CONSENSO
Hace ya tres años, Sámara Huerta Ecológica Cáceres, organizó un curso de consenso en el que tuve la suerte de participar. El facilitador era Pablo Bedmar. Su calidad profesional y humana y su experiencia vital hicieron de este curso un momento importante para mi, pues a pesar de que ninguno de los temas trabajados era nuevo, el conjunto si modificó mi perspectiva en muchos aspectos, y para Okola Orientación Salud Educación, que cambió bastantes aspectos de su toma de decisiones.
Tendemos a pensar que participación y organización, libertad y orden, escucha y eficiencia... son binomios que pertenecen a mundos distintos. La metodología de consenso nos enseña que no es así. Que es posible dar voz a todos los que tienen algo que aportar, encontrar decisiones satisfactorias para todos, atender no solo a las metas sino también a las emociones y al clima del grupo, sin que suponga tiempo infinito, desorganización, cansancio... Que es posible tomar decisiones y que cada miembro del grupo las sienta como propias y se comprometa en su ejecución.
Otro de los aspectos que me entusiasmó es la idea de meta (o bien) común como algo sumativo: el todos ganan de la negociación aplicado a las decisiones de grupo.
Solemos enfrascarnos en largas discusiones creyendo que sotenemos ideas opuestas cuando, casi siempre, superando el marco, se puede encontrar una idea mayor que las englobe.
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